Evidentemente desde arriba ves todo y nada al mismo tiempo, ves la generalidad pero pierdes los detalles que aunque has visto estando al ras de la tierra no los recuerdas en ese momento en el que te envuelve la grandiosa sensación de eso: estar arriba. Cuando llega el momento de estar abajo, quizá algunas cosas pudieran añadirse al paisaje pero podrías no verlas debido a que la emoción de elevarse, palpita; o quizá simplemente estás abajo.
En esta rueda es inevitable determinar de antemano el tiempo que durarán esos momentos, es mecánico; pero en el tránsito de la vida tendremos que esforzarnos por alcanzar uno y extender el tiempo para que dure lo necesario o por actuar para reducir el tiempo del otro.
De cualquier manera ninguno nos salvamos de vivirlos, el orden no lo sé, ni si serán momentos recurrentes o permanentes, eso depende de cada uno. Lo compruebo: la vida es una rueda.
AHEO
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