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miércoles, 22 de abril de 2009

Hasta pronto




"En un intento por sincerarme con el corazón, me separo del camino... de esa especie de camino no andado juntos, sí acompañados...


... y acepto estar preparada para lo inevitable que lo es por llegar el tiempo para ello: un hasta pronto. Aunque esto no cierra un círculo sino da la posibilidad de un "te volveré a ver", por ello lo prefiero a un "adiós", porque no quiero desvincularme, quiero hacerte recuerdo, un bello recuerdo... en ello se fundamenta mi "hasta pronto"... y no, para mí los recuerdos no son un lastre a menos que te hieran (pero entonces quiere decir que aún no son recuerdos sino más presentes que nada).


Un hasta pronto te digo... es verdad que mi mirada cambiará un poquito al verse asaltada por esta decisión, pero como cualquier hoja que cae cuando ha cumplido su ciclo y se reintegra a la tierra para nutrirla y nutrirse, así me reintegraré nuevamente a mi camino, ese que he andado conmigo misma por largo tiempo... viviéndome.


Me resta darte un beso y decirte que deseo que el menguante de tu sonrisa siempre brille...


Hasta pronto."


Besé su frente, le sonreí y continué mi camino.

AHEO

miércoles, 15 de abril de 2009

Quizá

Hay palabras distintas: las que ayudan a expresar un sentir, las que cierran una conversación, las que la inician, las que son para pedir, para agradecer, para dar...

Palabras para dar, obsequiar, ofrecer. Entre éstas hay una que me gusta: quizá.

Es una palabra realmente bondadosa pues en sus pocas letras ofrece infinitas posibilidades, una palabra que no cierra, sino abre escenarios incluso pronunciada o escrita al final.

Y quizá esto sea solo un destello de la magia que he capturado al pronunciarla.

Hay muchas otras palabras que me gustan pero ésta representa generosidad... quizá.

AHEO

sábado, 11 de abril de 2009

Ruinas


Y las ruinas que también somos...
¿Quiere alguien heredarlas?
Sin posible usufructo, ¿quiere ahora alguien guarecerlas?

Ya no hay engaño: son restos, no inicios de construcciones como tantas otras veces he querido hacer creer.

Texto y Fotografía Francesc Picas “A Ultramar”











martes, 7 de abril de 2009

Viaje II


Ya me esperaba en la cima de aquella montaña.


Ahí estaba. Cruzado de brazos me esperaba mientras escuchaba alguna melodía; al ser un corazón sensible, no podía dejar de escuchar acordes para oxigenar su ser y devolver sonrisas... le encanta la música.


En una nota me había dicho del viaje y la hora de la cita. No podía negarme, el viaje anterior fue magnífico, de hecho el lugar visitado dió el plus porque su compañía ya me llenaba de alegría.


Otra vez su mirada me invitó a subir.
No sabía el destino, lo que no me preocupaba pues confío en él.


Desde el cielo pude admirar la faz de la tierra... sigilosos caminos escondidos entre árboles y arbustos pero visibles desde la altura; ríos estrepitosos chocando con la roca y salpicando gotitas que van volando para convertirse en brisa; planicies matizadas de verde y salpicadas de multicolores sonrientes en pétalos...un vientecillo frío se sentía...


Otra cima se vislumbraba. Fue cuando me dijo que había elegido un lugar que me fascinaría.


Al bajar, el paisaje blanco se extendía como una manta cubriendo el suelo.


La atmósfera, ahí en aquella cumbre, llena de cristales... de abstractas formas traslúcidas atravesando con sus destellos mi alma, inundando mi corazón de gélidos suspiros que alimentaban mi ser, pequeñas sonrisas cristalinas cubriendo mi piel y sintiendo las ternuras que prodigaban al tocarla.


Con los ojos cerrados aspiré el frío aire provocado por los juegos cristalinos... una melodía construían al caer, al volar... al envolverme. Un lugar lleno de transparentes precipitándose hacia nosotros, sonrientes, unos aferrándose a nuestro corazón otros pasando a nuestro lado dejando su estela fría... el paisaje se tornaba en azul y transparente, la luz hacía su juego al atravesar los cristales de hielo y ofrecerse también a nuestro espíritu... rayos luminosos atrapados gélidamente...


Al tomar un cristal en la palma de mi mano se desvaneció en vapor y brillitos al sentir mi calor... otro, lo coloqué en las manos de él para agradecerle un viaje más, de esos que se disfrutan en compañía de un amigo.


Ese cristal de hielo no se desvaneció, se quedó con él... antes, pude retratar en mi mente los pequeñísimos traslúcidos y azules que lo formaban.


Al regresar, un abrazo y la certeza de que las miradas de este piloto siempre esconderán un lugar por donde pasearnos...


Y además: sabe de las cosas que me alegran el corazón.

AHEO


PD. No dejes de ser piloto.

domingo, 5 de abril de 2009

Abril 5



Dame una sonrisa como hasta ahora, sincera... mira los reflejos en mis ojos que te brindan una.


Como otro año más, de esos compartidos, hoy extiendo mis deseos de una vida siempre llena de bendiciones para tí, porque eso se desea cuando hallas a un buen amigo.

Como cada noche extendiendo la luz del menguante que silenciosamente llena cada hora a tu lado, así, extiendo mi abrazo hasta la llama de tu alma que brillante hoy renace por un ciclo más cumplido.

¡F E L I C I D A D E S!

Que las estelas de la Madre Luna sigan trazando tu camino y los brillitos que deje el menguante de tu sonrisa sigan ofreciendo ternura.


AHEO