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jueves, 23 de noviembre de 2023

Poeta, tengo el corazón roto



Todo ha sido con mucho significado...

El domingo pasado, tomé después de mucho tiempo un bolígrafo y escribí algo... un poema, una canción, puede ser cualquiera, y en todo el momento te pensaba, era como si estuvieras acompañándome en ello. Las letras resultantes me encantaron.

Antier, de lunes para martes, te soñé. Te sentabas a mi lado y me abrazabas. Conocerte era ahí un obsequio para mi hija mientras yo le acompañaba. Sonreías, cantabas, bailabas y conversabas con tu siempre encanto para usar las palabras.

Al despertar y revisar el teléfono, una notificación del extinto en nombre Twitter, refería cuál era el mejor amigo de géminis y aparecía acuario, me sacó una sonrisa, porque inmediatamente pensé en ti.

Ayer miércoles a las dos de la tarde, un amigo me envió un mensaje, captura de pantalla en donde se informaba de de tu partida, que dije era una noticia falsa. Incluso afirmé que te sabía vivo, pero fui a corroborarlo y tristemente me di cuenta de que es cierto. Te fuiste el sábado, 18.

Poeta, mi corazón se rompió... no hay otra manera de expresar lo que siento.

La vorágine de compromisos obligatorios de la vida cotidiana, me tenía abrazada; quizá podrían ser un paliativo para dejar este vacío y esta tristeza un poco de lado, pero la verdad es que no fue una buena tarde y no lo he asimilado.

No lo puedo creer. Francesc, te extraño desde ya. 

Me alivia un poco saber que siempre te dije de mi admiración y el cariño que siento por ti... 

Este rincón que lleva mucho de ti, y al mismo tiempo ahora tiene un gran agujero de incertidumbre... de no querer creerlo, aceptarlo. 

¿En dónde está tu sonrisa? ¿En dónde está tu mirada? ¿A dónde van tus latidos? ¿Tu luz?

Un aparte de mí se ha ido contigo, pero no quiero pensarlo así, quisiera decir que es real que no te vas, que estás en mi corazón, en mis recuerdos, todos gratos contigo.

Me regalaste una alegría tremenda el año pasado: tenerme presente entre esas personas que te aman; pero también una tristeza profunda este año, saber de tu partida. Quería verte de nuevo, tenía ilusión de hacerlo, era parte de lograr sueños forjados en edades tempranas, y que se fueron construyendo como realidad con el paso del tiempo, se fortalecían a la distancia, que pronosticaban sonrisas...

Bien, acepto esos regalos para continuar caminando y ternurarte siempre aunque ya no estés físicamente. Mostrar siempre lo que eres, porque no fuiste, querido amigo, eres. Todo lo que construiste, todo lo que regalaste a través de tus letras, todo el arte que creaste al pintar, diseñar, cantar, ayudar a otros en su edad de oro... todo queda. No pude abrazarte, es una lástima, pero puedo seguir diciendo que eres un gran artista y ser humano.

Me quedo un poco volando, es verdad que no lo puedo creer; no puedo escribir ahora un poema o siquiera un prosa con tintes de poesía porque me siento incapaz de expresar todo lo que siento además del corazón roto. Sé que lo entenderás.

No sé qué tipo de final es este, no lo sé.

Hasta siempre querido Ojos Amanecer.

AHEO

lunes, 31 de diciembre de 2012

Mentirosa

Escucha una melodía y abrigada en la luz de la Luna contempla la noche. Mira atenta el nocturno cielo y siente el vivaz titileo de las estrellas. Está serena y por momentos la absorbe el maravilloso panorama. Hacía tanto que no se arrojaba así, trasluciéndose al antojo del aire que sigiloso le habla al oído. Pero no le cuenta de lugares invisibles como suele pasar o de las imágenes del día a día... Esta vez le trae el aroma de él, la va envolviendo al tiempo que le repite una palabra, una que la acusa y no puede refutarlo; mientras recorre sus sentidos, el aire nocturno la llama "mentirosa" y, lo dicho, no puede negarlo. Así que en un acto de honestidad, lo confiesa.

Toma una hoja y escribe:


"Te he mentido. Muchas veces.Y sé que no cuentan en compensación las veces que apreté los labios después de hacerlo como en un gesto de arrepentimiento, pero así era. Todos los "te quiero" que escuchaste, son mentira. Quizá tampoco valga explicar por qué los dije pero sabía lo que dirías si en su lugar te hubiese dicho la verdad así que me conformé con decirlos y escuchar tu correspondencia a ellos sabiendo que era lo más que podías decir.

Desde que me dí la oportunidad de acercarme y de estar ahí para ti, reviví la sensación de saberme capaz de ofrecer un lugar cálido al corazón que así lo quisiere, de poder obsequiar una parte del tiempo mío que es lo más preciado que tengo junto con mi corazón y mi espíritu, que también removieron sus fibras adormiladas para poder abrazarte. Y traté, pero no pude dejar de sentir. Escogí la sombra para poder estar cerca, fue un trato implícito conmigo misma desde el inicio y así continué el camino, estando ahí, tratando siempre de sacarte una sonrisa, de hacerte sentir mejor cuando tu alma estaba nostálgica a pesar de tu risa, así lo intuía en tu mirada... había que estar contigo, queriéndote. Uy! aquí vuelvo a mentir, lo notaste? 


Pero aún con todas las razones expuestas, mentirosa soy y, no puedo dejar de escuchar el musitar de la noche acusadora.

Cuando las circunstancias dictaron que no te vería más con la frecuencia acostumbrada, te abracé. Dije tantas cosas con ese abrazo: Quizá sentiste como temblaba mientras lo hacía; pero incluso en ese momento te mentí: un "te quiero" volviste a escuchar, aún cuando planeaba no decirlo, cuando había hecho un discurso más o menos decente para cerrar ahí con el largo tiempo en el que estuvimos cerca y en el que compartimos situaciones, ideas, afectos. Pero no pude decirlo, la cobardía me ganó o quizá simplemente fue que no quería escuchar el silencio de tu respuesta."


Y el estremecedor sigilo del aire la recorre, la envuelve al pensar en ese preciso momento y la acusa con mayor razón porque ya no habrá otro instante igual.

"Tal vez los caminos del tiempo te hagan leer esta nota. Desconozco lo que pensarás y no me preocupa. Y es así porque lo escrito es tan real como cada mariposeo al mirarte y sentirte cerca; como el llanto al saberme enamorada, algo que pensaba no volver a sentir; como las mil y un estrategias para verte por lo menos un instante al día y poder saludarte; como mi corazón latiendo con fuerza al abrazarte o al robarte un beso; real tanto como mis suspiros al seguir las melodías y acoplar nuestros pasos, con la música exterior o con la interna regalándonos nuestro propio ritmo; tan real como los celos que de repente me invadían y que me esforzaba en ocultar, sin razón para que me tomara el atrevimiento de sentirlos, pero ahí estaban; tan así como la alegría de recorrer no importa qué distancia solo para estar contigo; tanto como la fe que ponía en cada día para hallar algo que te dejara impresa una sonrisa sincera en el rostro y te alejara un poco de alguna nostalgia... 


Tan real como lo que siento. 

Te amo. No lo puedo evitar. Te amo al amanecer, al medio día, por la tarde, por la noche, mientras duermo, cuando despierto. Te amo, así sin más; solo te amo. Quisiera poder hallar otra razón para fundamentarlo pero es que solo tú eres esa razón, es así de sencillo. No, no te quiero, yo te amo. Esa es la verdad. Con todo lo que eres, así tal cual. Pero no lo escucharás, ya no hay más oportunidad. Quizá lo leas y entonces puedas colorear con estas palabras algún recuerdo en el que me tengas y posiblemente entiendas algunas cosas. 

Ahora, debo resolverlo, mis esfuerzos por frenarlo han sido insuficientes... y es que no se trata de frenar el deseo de ternurarte, de acariciarte, de hablarte, de abrazarte, de procurarte; sino de frenar lo que le da origen a ese deseo: se trata de frenar el amor y, eso sí se me complica. Sé que es bueno estar para ti pero también sé que siempre has tenido quien ocupe tu corazón. Por ello, antes que no pueda controlarlo más y que se me desborde en cada paso que doy,en cada cosa que diga o haga, tengo que resolverlo. Sé que entiendes de lo que hablo, quizá ya lo hayas notado. Al ser responsable de todo lo que siento soy responsable igual de poder extinguirlo, tarea difícil; quizá lo mejor es que quede por ahí resguardado el sentimiento como algo que al rememorar me provoque un suspiro de satisfacción por haberlo sentido, por haberlo vivido."


Justo cuando piensa y escribe esto, el sigilo del aire nocturno termina por sacudirla con una ventisca refrescante, es una sensación liberadora, claro, a la manera en la que las palabras lo permiten. Cerrará la ventana y dedicará el último sueño a su ser sintiendo esa capacidad de amar. Atrapará un momento la imagen de él y su calor, los dejará ir pero se quedará con su aroma y así, atesorado, seguirá caminando. 

"En tanto lo resuelvo, en la distancia, podría escribir tantas veces como sea necesario "TE AMO" para seguir sintiendo la ventisca  mientras me voy, para poder respirar azules sin tener que mirar más allá de la línea del horizonte y que sea ésta la que me baste para no crecer más los sueños en los que estás tú, para aliviar un poco el sentimiento que, al fin lluvia, se precipita por los laberínticos caminos del espíritu brindándole un desahogo a través de sus espejos.


No alcanzo a imaginar siquiera cuántas veces he de escribirlo, sé que serán muchas; la regla a seguir será la de hacerlo más veces que el día anterior pero menos que las que correspondan al día siguiente y, como todo trazo nacido del corazón es auténtico, entonces no se tratará de palabras repetidas sino de cada una con una personalidad propia, una diferente a cada momento, varias distintas en un día, múltiples únicas en un tiempo, eso sí, con un solo destino, tú."


Para hacerlo no debe dar vuelta a la página sino cambiar el libro. Iniciar con trazos agradables que inviten a leer calidez, a sentir cómo el espíritu vuela mientras dibuja en el aire una y mil caricias para el corazón que provoca cada suspiro suyo, que se quedan suspendidas pero listas para cuando él quiera tomarlas. 

"Lo dicho, continúo el camino.

Te amo 


TE AMO


Hasta siempre."

Una sonrisa la invade. Guarda la nota y duerme.

Me quedo pensando... ¿y qué hay de la mirada? ¿acaso ésta no habla? 

(14-31 Dic 2012)


Esta es la melodía que escuchaba :)



 

viernes, 16 de noviembre de 2012

Para los vuelos





Y me aseguro los vuelos según qué color se encuentre en el origen de cada uno.

En verde de la vida y sus matices mezclados a cada paso sobre las veredas del destino, del que dibujo en el ir y venir del tiempo. Verde de las huellas sembradas que hacen brotar nuevos caminos que, sigilosos, se desenvuelven tomando distintas direcciones y que sin embargo llegan a un solo lugar: aquel que ofrezca a mi andar la paz de haber trascendido.

El naranja de las sonrisas que permanecen colgadas como cuadros en el corazón. Cuadros grabados a partir de las instantáneas de los momentos disfrutados. Y también de los llorados, que a fuerza de ternura no hacen más que recordarme que como todo espíritu los necesito para dar equilibrio a mi energía, de ahí que trasmuten en sonrisa.

En amarillo cuando mi luz apunta hacia el horizonte para tocar el breve espacio entre el cielo y la tierra, así, sentir más de cerca la magia de ese encuentro y compartir el misterio que encierran al sentirse en su abrazo. Amarillo que va hacia el universo explotando en brisas que refresquen un poco el transitar de los viajeros con los que coincido en el camino.

El rojo cuando de vehemencia se trata. Para abrir el corazón, para estallarlo con el ímpetu del amor. Por eso es un vuelo a fuerza de la sangre, de esa que recorre no solo el cuerpo sino el espíritu, que da calor  y que en torbellinos recorre cada rincón de él volviéndolo incandescente, de fulgor irrepetible, inmortal.

Y el azul. Para volar en las palabras dichas o trazadas; en las miradas obsequiadas o recibidas; en los silencios que se tornan prodigiosos pues en su melodía expresan una y mil cosas a  mi ser. Azul de todo lo aprehendido en el camino,  de lo atesorado en el andar junto a otros y de los afectos germinados. Es azul para volar también con la música que me abraza y me  dibuja una sonrisa en el rostro. 

De todos los colores a la vez o de a uno, pero siempre en vuelo... Y así es como me los aseguro.




¿Qué color eliges?

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Es





-Entonces dime, te escucho con atención.

-Bien, es... 

Es un lucero destellando alegrías de saberse amado,
un alma para envolver en ternura y besar,
un musitar en el viento.


Es el roce índice sobre la línea de tu espalda,
azúcar que endulza el atardecer,
brasa que ilumina tu noche,
corazón listo para acariciar en cada amanecer.

Es una brisa perfumada que te queda en la piel,
un suspiro lleno de complicidad,
un cálido arrullo en el cual soñar,
una voz que te nombra en silencio al mirar.


Es un paisaje que recorrer y hacerlo hogar,
un espíritu que agradece la belleza de una flor,
un arcoíris después de una lluvia en el corazón.

Un universo contenido en dos ojos sonrientes y dispuestos a ser enjugados sin temor.


Un agradable estremecimiento que te recorre al pensarle,
un espíritu que desea y brinda amor.


- ¿Todo eso?
-Sí, eso es un hombre.

AHEO


sábado, 11 de agosto de 2012

Desigual

Podría fundirme en tu abrazo y reposar en él una noche entera, pero te amo.

Dejaría a mi piel sestear en la tuya en el  nocturno misterioso, pero te amo.

Velaría tu sueño en la luz del silencio mientras imagino que hay en él, pero te amo.

Besaría tu frente al primer rayo del sol que atravesara la ventana, pero te amo.

Te obsequiaría la primer sonrisa al abrir tus ojos y no solo con mis labios sino con la mirada, pero te amo.

Y como te amo, si me permito todo, tendría ventaja sobre tí, no estaríamos en iguales condiciones... esto  no sería justo porque te estaría negando la posibilidad de vivirlo como yo lo haría.

AHEO

(18/05
 23/06
 2012)


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miércoles, 18 de julio de 2012

No te lo dije

Porque era peligroso,
porque sabía que al soltar una sola palabra, seguro me traicionaría la piel y querría aferrarse a la tuya.

Porque la libertad para mirarte se vería limitada y hasta se vería coartada la tuya para mirarme.

Porque quise permanecer como una sonrisa aliada, como el abrazo que abriga con ternura, ambos impulsos que jamás buscarías pero que me encargaría de mantener vivos.

Porque me importas tanto que no quiero que lo sepas para no abrumarte.

AHEO

domingo, 1 de julio de 2012

Luz



No pertenece a nadie la Luna ni su luz.

A aquellos que con súplica le pedimos un poco de luz para alegrar alguna nostalgia quizá nos tenga un poco más de consideración y nos salpique sus destellos



La luz de la Luna es esplendorosa y no me lastima, me ternura pues me envuelve en su magia y tranquiliza mi espíritu... no es un ser corpóreo, es así, la luz completa de la luna, tal cual existe.


Imaginarme contigo en un abrazo mirando tus ojos y escuchando tu cálido corazón mientras la luna ilumina la noche, es una escena que recorre una y otra vez mi piel, pero no me absorbe lo suficiente como para decir que la luz lunar es mía, eso no.

La Luna, magnífica y vigilante del nocturno paisaje, amante de los silencios en la oscuridad, un poco me obsequia de ella y humildemente dejo que su regalo se quede en mi ser.

AHEO

viernes, 4 de mayo de 2012

Segunda

No la que llena de revoloteos el estómago o que llena con los rayos del sol las miradas,
o la que genera visiones aún a mucha distancia del encuentro. No.

No la que hace destilar por los poros la energía contenida en un abrazo, ni la que agita el palpitar del rojo, mucho menos la que genera el obsequio del beso. No.

No la que ilumina a cada paso  el reverdecer de las huellas, tampoco la que refresca con su calor el atardecer, ni siquiera la emoción de una luna compartida.

No.

Parece que en deshojo, pero del de esos pétalos ya deshojados, se juega siempre mi camino... o no sé si por inercia lo sigo. Entonces siempre resulto no la primera sino la segunda opción.


AHEO

martes, 10 de abril de 2012

Zéfiro





¿Qué le puedo obsequiar al viento que entre sus palabras me coloca en la realidad de un jalón?
¿Qué puedo ofrecerle que sea igual o por lo menos proporcional a su compañía en el silencio abrigador?
¿Qué puedo enviarle que llegue de manera veloz hasta él y lentamente lo envuelva hasta trazar una mirada en su corazón?
Me envuelven las preguntas y la respuesta no la descubro con facilidad, en esta ocasión como en otras muchas, no la tengo.
Solo se me ha ocurrido vislumbrar su sonrisa al leer estas líneas necias de escribirse y que salen esperanzadas de escuchar su voz con cualquier palabra que les pronuncie.

Gracias por estar.



** Para aderezar las grafías, una melodía para él.

domingo, 12 de febrero de 2012

Blue, blue...



Para tí una melodía.

Felicidades Poeta.

En silencio, invisible, sigo tu sonrisa
que perenne aviva los azules de mi existencia.

Un abrazo y un beso tan grandes como el afecto que
mi corazón te prodiga
viajan ya a través del cielo
nocturno que me une
al tuyo a plena luz del día, 
tu día.

AHEO

domingo, 1 de enero de 2012

IV



A veces sucede que las ideas revolotean no solo en la mente sino en el corazón, es entonces cuando algo me dice que es momento de dejarlas convertidas en huellas, entonces nace la palabra que queda aquí grabada en este espacio. 

Recuento el pasado y me pregunto ¿qué sería de mí sin esta tierra a la que he dado mil colores? A cada sentimiento expresado se ha tornado desde el amarillo alegre solar hasta el frío congelado pasando por el azul de tranquilidad y explotando en violetas de alegrías o en tonos cafés de una buena conversación que en reflexiones hiladas me llevan a descubrir algunas verdades inventadas a lo largo de mi vida... en fin que es aquí mi hogar. 

Agradezco a todos los espíritus viajeros que se descuelgan de vez en vez por el amplio universo cibernético y lo usan como barco para llegar a conocer diferentes tierras, como esta mía, que se llena de dicha al sentir su andar por sus veredas, al mirar su sonrisa hacia los paisajes palabrescos que en ella existen y al dejar su voz grabada en palabras. 

Cuatro ciclos de estar aquí, de habitar este espacio, de dar y recibir abrazos. Hoy felicito a este hogar que envuelto en magia me cobija y me permite seguir lanzando al universo mi voz. Feliz aniversario, 

Felicidades "Del Cielo, la Tierra y Él Mar"


AHEO

jueves, 10 de noviembre de 2011

HH

Canción final *






Dos nombres...

Mi nombre inicia con un silencio.

Hay diferentes silencios. Los pequeños, que pueden ser el preámbulo de situaciones trazadas como agradables o los que existen para aceptar algo que se ha escuchado, mirado o sentido; también están  los de mediano tiempo, que duran un poco más, como los que revolotean en las miradas atentas o los que nacen de escuchar con cariño a alguien.

También hay silencios de larga duración... algunas veces te dejas abrazar por ellos porque llegan de manera sorpresiva y no hay de otra, pero también sucede que en ocasiones eres tú quien busca su abrazo.

Después de encarnarme el sufrimiento pronosticado por mí misma, he buscado un abrazo de esos. Es necesario. Este tipo de silencios me acurrucan para re-encontrarme, salir del extravío de mí misma y del camino hacia mi lugar. A fuerza de lágrimas nacidas desde el más auténtico deseo de regresar a la realidad, el silencio me obsequia certezas, entre ellas la serenidad en el alma, la ternura a mi propio corazón, la honestidad de la sonrisa. 


Para la herida usaré alguna especie de hilo... ja! también inicia en silencio.
Creo que en este caso el silencio está dado porque debe ser hilo de objetividad y sensatez, que a menudo no se llevan bien con el enamoramiento, por lo tanto, seguro a cada puntada corresponderá una punzada que estremecerá desde el rojo palpitante a cada fibra de mi ser, pero es imperante hacerlo, aunque el corazón me mire con cierto rencor mientras sufre pues soy quien lo ha lacerado.

Su nombre también inicia con un silencio.

Era demasiada coincidencia. También lleva silencio en el alma, sólo que en este caso no sé que signifique e intuyo que no lo sabré. Lo que sí, es que daré un paso atrás y otro adelante: el primero con respecto a su andar, el segundo para retomar el mío. No quiero irrumpir en su silencio, porque no sabe cómo ha nacido el mío.

Quizá haya un tiempo en el que las palabras un poco desesperadas por salir del encierro del mutismo puedan escapar y revolotear no sólo en sus oídos sino en en su corazón; que les deje hablar y explicar el torbellino en el que se perdió mi ser... del que ha salido disparado después de someterlo bajo decisión propia a esa vorágine y ahora ha quedado tumbado, en el silencio.


Dos silencios.

Ahora me doy cuenta: conjugados me abrazan hacia el fin de esta historia.

Una historia que inició en el silencio de la primavera, (ese que casi no se percibe por ser tal estación) y que termina en este otoño frío, ¿qué mejor época que ésta?

Después, iniciar mi invierno como siempre, con ánimos de sentir heladas brisas, de mezclarme con el frío y escarchar mis sonrisas; volver  a mi origen, deslavar las emociones en agua que brote de mi espíritu y se desvanezca en el aire... acariciar mi corazón, disculparme y protegerlo incluso de mí misma.

Un invierno que me mire. Que guarde congelado el recuerdo de la correspondencia no nacida, no germinada en el corazón. Que lo conserve así, sin más ni menos emociones, sin más ni menos plalabras, tal como ha quedado en el camino.


AHEO


*Surciendo el corazón

lunes, 31 de octubre de 2011

De Bosque

*Penúltima canción


 
Caminé desde el primer momento por no sé cuántas veredas, sorprendiéndome por cada rincón encontrado hermoso a la vista, vibrante al corazón. Las mariposas de cuando en cuando aparecían en mi camino, eran blancas o algunas veces amarillas... revoloteaban a mi alrededor.

Veredas hechizantes,  paisajes de verdes infinitos pero también de dorados múltiples; a cada respiro una frutilla roja, que hacía a veces de alegría y otras de bocado agridulce.
Absorta en cada rincón, observando movimientos de estrepitosas o tranquilas luciérnagas por la noche, atrapando estrellas fugaces, descolgando el titilar de las que no lo son. Sintiendo la corteza de los árboles, escuchando su corazón, sonriéndole a cada latido. Estrujando detritos al dar los pasos, escuchando las huellas en la tierra húmeda o el salpicar de las pequeñas caídas de agua acariciando la píel...
Al despertar, me dí cuenta que me sumergía de esa manera en sus ojos.  Ojos de Bosque camina y va regalando frescura y escenas contrastantes. 

Es inevitable le sonría al mirarle y quisiera gritarle con una de esas miradas el lugar que guardaba para él o el afecto que cada palpitar salpica al aire...

Pero quizá nunca lo sepa, tal vez no imagine que sus ojos han originado un nuevo nombre, esto hace que caiga en un desencanto pues no sabrá que de él se trata: Ojos de Bosque no responderá a este llamado.

Entonces, me queda solo el silencio, el silencio del mariposeo en el espíritu, el de la caricia contenida, el del "te quiero" palpitante... hasta que se extinga.


AHEO
    
PD. La penúltima antes de surcir el corazón.
.

jueves, 13 de octubre de 2011

Deseo concedido



Una frase acerca de estrellas y deseos.

La escribí muchas veces para un solo destinatario.

Mientras lo hacía, pensaba:

¿En verdad es para elegir la que luzca las mejores grafías? o  ¿para que se cumpla otro deseo? o ¿para convencerse de que los deseos concedidos no son fugaces como la estrella que puede concederlos? o mejor dicho, para que el destinatario sepa que el mío fue concedido: sentir su respirar.

¿Cuál será?


AHEO


lunes, 5 de septiembre de 2011

Hermano




Como las estrellas, sus ojos titilan y me regalan siempre la dosis precisa de sonrisas que alimentan mi corazón. El agua que hay en ellos me trae claridad y sus palabras emergidas del corazón me abrazan a la distancia. 

Un hermano de espíritu eso es, un hermano que siempre estará para mí y para el que yo estaré.

Ojos de agua y estrellas, a un ciclo más de haberte encontrado, deseo para tí todo el amor del universo y a un ciclo más de la existencia de tus hermosos ojos, te abrazo fuertemente obsequiándote mi sonrisa. 


AHEO

domingo, 4 de septiembre de 2011

Me parece azul




Puedo sentirlo, está justo ahí, envuelto en azul. 

Me pregunto si será del mismo color que la tela que lo protege, si es así haría entonces un buen juego. Es muy probable que sí porque aunque no he apartado la tela puedo distinguir su  brillo, sentir su tranquilidad, acariciar su ternura, respirar su afecto, abrazar su latido ... y todo eso me suena a azul.

Azul que enciende universos, que desliza rocíos, que serpentea sobre la piel, escarcha los labios, que abraza los sentidos, que anhela amor. Azul que quiero acariciar, sin mayor pretensión que compartir la calidez de mi espíritu.

Pero... es a mí a quien le parece azul, no sé a él de qué color le parezca su corazón, ni si pueda ser que me deje acariciarlo.

AHEO


sábado, 6 de agosto de 2011

Dime

¿Cómo escribo poeta, del enamoramiento que se alimenta del corazón?

De ése que no pensaba siquiera en delatarse, del que callado quería estar, que de repente en un espejismo se vió envuelto de luz y seducido por la imaginación se lanzó al abismo aún sabiendo que no hallaría magia alguna que detuviera su caída pero con la esperanza de que de pronto surgiera. No ha sido así... y lo que queda es deshacerse, cerrar los ojos y esparcirse en el aire.

¿Dime cómo escribo de eso, poeta?



AHEO

martes, 5 de julio de 2011

Julio 5

Las ráfagas rojizas no se miran más, el viento cálido que provocaban sus alas al alzar el vuelo y llevarme de la mano, tampoco.

En el camino se ha quedado o lo he dejado... no lo sé.

La incertidumbre traza heridas en el corazón, más que conocer la realidad, la razón que pueda calmar la duda. He perdido a Austro y no hay más palabras que expliquen esa especie de vacío que se genera de extremo a extremo, de sur a norte... que forma un infinito agujero negro, en el que seguramente viviré suspendida, de serlo, será cuando recuerde sus alas y su sonrisa.

Querido Austro, si vuelves a esta tierra, siente mi mirada que te busca y que quiere volver a perderse en la tuya, la he dejado suspendida en los puntitos celestes y brillantes del Universo.

Extiendo un abrazo en este día, en el que la vida se alegró cuando sintió tu respirar.

AHEO

martes, 21 de junio de 2011

Amiga


Un poco de amarillo para la alegría.
Quizá un tono de violeta para la sonrisa y 
algunos matices de rosa para expresar la ternura maternal.

Un poco de rojo para la fuerza al caminar.
Dejemos también verde para celebrar la vida y
no olvido el naranja para mantener la calidez.

...que tal un poco de azul... para la fe.

Un pequeño obsequio concentrado en colores para tí...

Que la luz de tu ojos siempre brille como lo hace y la fortaleza que te sostiene se alimente de los ojitos y la sonrisa de ese amor que tienes entre tus brazos.

¡Felicidades Amiga!

AHEO