Justo pienso ahora en lo acantilado que debe ser un corazón de poeta. En lo necesario que debe ser para él estar en contacto con el mundo y con otros seres, hablando en general, que hagan nacer de él palabras para explicar el paisaje de la vida. Pienso en lo sublime que debe ser... en lo ligero y profundo que debe ser... en lo cálido y abrigador que debe ser... ¿debe ser?... o imagino que es así? Siempre he pensado en la necesidad de escribir en poesía la vida, en este caso, Él lo hace desde la profundidad de las aguas, bañado en amaneceres de brisa, atardeceres de rojo sol y cielos estrellados al anochecer en la playa... un espíritu libre.
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