Hace tanto que no miraba las estrellas... ayer después de reflexionar una vez más sobre una pregunta hecha por un amado espíritu, salí al jardín y miré hacia arriba... como siempre ahí han estado para aliviar mi dolor o para alegrar con la luz destellante mis días... pero hacía mucho que no las miraba...
Inmediatamente suspiré... y pensé en el pasado... mi pasado, ése que a veces parecía un grillete atando mi tobillo y del que después descubrí la llave dentro de mí, como todo, el tiempo me la mostró... ese suspiro me hizo reconocer que estoy aquí viviendo y que cada uno de los momentos que me construyeron que gracias a mi contribución así fué, valieron la pena... ahora soy una especie de mezcla entre calor, color y cristal escarchado... me gusta.
Esas luces me lo recuerdan y me dan también la esperanza de los sueños, que desde el suelo se aprecian lejanos, pero al abrir el corazón al universo y en complicidad con él se pueden alcanzar.
AHEO