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miércoles, 9 de julio de 2008

Tu presente


Mentiría si dijera que los recuerdos no son gratos...

Taerlos es como traer recortes de ese pasado que marcó muchos puntos de llegada que lamentablemente en el devenir del tiempo escondí, conciente o inconcientemente al vivir después una etapa que creía duraría largo tiempo. Una vez vuelto a mi mente, recuerdo esos puntos y construyo los caminos, no sé cuanto tarde en terminarlos...


Pero más que tu recuerdo, ahora amo tu presente... y con todas las letras lo escribo...

Amo tu presente que aunque no es garantía de lo que harás mañana sí lo es de lo que estás siendo y de la compañía hoy por hoy de tus palabras... de mañana no sé mucho, aunque mentiría si digo que no mantengo la esperanza de que el hoy se extienda en el tiempo ...


Amo ahora tu espíritu que se da en la profundidad como lo construyes, como lo respiras, como lo transparentas... amo cada palabra que queda prendada a mí y las que no también porque tarde o temprano se ceñirán a alguna parte de la geografía de mi espíritu...


Amo tu presente que no es garantía de mi futuro; este presente que ocupado en ser hoy, sublimemente se guardará en sonrisas de mañana que se volverán un ahora...


Amo tu presente y me atrevo a decirlo nuestro, porque hay algo desde el tiempo lejano que nos ha reencontrado.

AHEO

1 comentario:

Emig dijo...

Mentiría si dijera que tengo recuerdos. Soy el que soy, aunque no sé lo que soy. Cuando me creo reconocer me suena nuevo mi ver, cercano a mi quehacer, lejano de la mayoría de pensamientos que son solo, para entumecer.
Los recuerdos, no son sólo pasados, creo que también conceptos de la vida, lejanos de ella, distantes y que forman parte del aprender sin saber que aprendía. Errores no, escalones. Puertas no, visagras. Camino tampoco, solo recodos, llenos de un caminar de fascinación, desde el espejismo de lo que parece y vividos con el riesgo de la comodidad o el atrevimiento de la supina ignorancia...
Hoy no hay ese temor, porque la vida de verdad no lo lleva. Hoy debe haber humildad, sin apariencia que discuta la verdad, con la impresión que tenemos de ella, debido a la aparente necesidad. No debe haber mayor necesidad que vivir la verdad y para ello, el propio ritmo es fundamental. Para unos es mente, para otros corazón, para otros silencio y observación... para mí el conjunto de todo, sintiendo que cada cosa está en su lugar y desde ahí, el presente es fruto de la propia reinvención que somos cada latido, así la vida es y está, porque nosotros somos y estamos...

Un fuerte abrazo.