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miércoles, 13 de agosto de 2008

Nocturno



Al abrazo de la noche miro la luna proyectando la luz que refleja del astro rey y al absorberla la hace suya, en un acto de amor para quien la observa. He sorprendido también a la luciérnaga con su inconfundible verde luminoso entre los oscuros de la noche y mágico también, dejando chispitas a su paso... aprehendidas por quien así lo anhelaba.


Con el nocturno de la vida abrazaré la calidez recolectada por tu alma durante la energía matinal y el apacible atardecer... envolveré en el azul oscuro intenso y misterioroso cada ternura obsequiada a manera de recuerdo no para vivir en él sino para colgarlo en el corazón como una estrellita roja que impregne mi ser en cada bombeo de sangre.


Para la noche habré envuelto las sombras para hacerlas extensión de cada pensamiento y no permanezcan además de tí, sino contigo para que cuiden tu paso y consuelen, cuando la haya, alguna tristeza pues si de algo sirve, soy quien en sonrisas ofrece el corazón para abrigar el tuyo.


A la luz de la luna, cierro los ojos agradeciendo que el tiempo nos haya unido en esta especie de instantánea... hoy... no sé mucho de mañana, solo una certeza, si nos toca vivirlo, el ciclo continuará.

AHEO

3 comentarios:

Catalina Zentner Levin dijo...

Puse un enlace en mi Blog Memorial de Silencios al tuyo, tu escritura es excelente y merece que se la conozca.

Saludos afectuosos,

AHEO dijo...

Gracias Catalina! Esta es tu casa vuelve cuantas veces quieras, eres bien recibida. :)

Emig dijo...

Quizás la mejor vivencia sea observar desde la atención. Así los ciclos se viven sin pretender cambiarlos u obviarlos. Aunque desde la atención no parece que también somos seres humanos, entonces, habrá que decidir sobre la gran paradoja de lo que somos, pero yo sigo observando, será que ya he decidido... o estoy en ello.

Besos