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viernes, 1 de agosto de 2008

Aguacero


Está bien, voy a decirlo y no es por no tener qué decir sino por tener tanto después de esto y se ha vuelto como una roca que interrumpe una corriente de agua bastante turbulenta...


Me ha caído un aguacero... uno que me ha dejado mojada como nunca... y no es que reclame esa suerte, me encanta permanecer bajo la lluvia cuando lo decido, ésa es precisamente la diferencia. Esta vez con todo y la buena disposición de seguir mi ruta, como siempre solitariamente, de sorpresa las nubes más turbulentas aparecieron y regaron su agua sobre de mí... esta vez sin siquiera tener la intención de querer que me cayeran (o de ofrecerme al aguacero como dice El mar) pero tampoco con la intención de huir, era tal la energía de las gotas que me dejaron pasmada... ni qué correr, de todas maneras ya estaba empapada, así que intenté caminar con todo y el agucero... la verdad es que en un rato hasta me sentí alegre de que me cayera, las cosas inesperadas son eso, inesperadas... y además el chasqueo de los zapatos llenos de agua tenía ritmo... miraba mi camino y la alegría me invadía ya, disfrutaba de la ropa mojada y el cabello escurrido, ni qué decir del rostro con toda la fiesta de gotitas en pequeñas corrientes y salpicando mis labios... pensé en la pregunta de la maripoza acerca de la cualidad del agua de purificar y me respondía a mí misma que sí que la tiene... pues así caminando con el aguacero...


De repente... zas!, paró... así nada más... nubes no había, nada de gotas, ni unas pocas. Simplemente paró... ni siquiera mi camino terminó... así sin más... rayos! que ya estaba alegre con él y cambiando mi perspectiva respecto a su inesperada llegada, más tranquila y con deseos de empaparme más, con la intención de no cargar el paraguas y cuando así fuera no abrirlo... pues ahora sé que los aguaceros no son tan malos...


Pero el aguacero se fué... que si las nubes no tienen suficiente agua, que si el viento no las trae, que si no quiere ser aguacero... que si prefiere seguir de largo por escoger otro lugar, que simplemente no quiere tocar tierra... no entiendo...bueno en realidad no sé que sucedió con el aguacero...simplemente se fué, sus razones tendrá.


Ahora hay sol, maravilloso por cierto, abrigando mi camino, nubes ligeras, viento suave... como antes de su llegada... pero ¿sabes? extraño la energía de esa agua que inesperadamente mojó no sólo mi cabello sino mi espíritu entero... también mi espíritu.
... ...
Creo que ahora la corriente de agua tras de esto fluirá en paz, tenía que decirlo.
AHEO

1 comentario:

Emig dijo...

Esperada o inesperada es la magia algunas veces, como también lo es cuando al escribir, sabemos más de si significado que no dejando el tintero lleno... ¿recuerdas el post de la mano vacía? Así debe quedar el tintero cada día...

Besos