Francesc PicasY te punteo la piel con tacto de seda...,
y perfumo el aire que respiramos rehaciéndome una y otra vez en incienso de ofrenda...,
y enmascaro de azules los ventanales que he construido en ti con vistas a mí ( unas aberturas, lo reconozco, pensadas estratégicamente para disimular debilidades y vulnerabilidades...)
y perfumo el aire que respiramos rehaciéndome una y otra vez en incienso de ofrenda...,
y enmascaro de azules los ventanales que he construido en ti con vistas a mí ( unas aberturas, lo reconozco, pensadas estratégicamente para disimular debilidades y vulnerabilidades...)
... pero sé que incluso la perfecta conjunción y acierto de todo esto precisa aún de mucho más para que pueda darme el laberíntico fruto de la corresponsabilidad enamorada que,
de tanto como lo deseo, necesito.
1 comentario:
Y si al sembrar y sembrar, llegamos a no darnos cuenta de que lo hacemos, tampoco entonces esperaremos, aun desde ese casi total silencio, que alguna fruta esté para recoger. Así la vida se hace más vida, así el camino se hace más camino, y llega un momento en el que apreciamos que no nos estamos escondiendo ni condenando, sino que seguimos un ritmo coherente y propio, que conlleva alegrías y penas, pero está todo ahí, sin pensarlo ni buscarlo...
Besos
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