

Tal vez, entonces, esto explica por qué a menudo nos alzamos victoriosos con ideas que después dejamos morir,
sedientas de un aceite que, probablemente teniéndolo, no nos sabemos destilar.
Ahora este pensamiento me entristece...
y la flor blanca de la tristeza me indigna porque también me sé indigno de ella.
Francesc Picas
Hay flores vivas aún... no hay que dejarlas morir... AHEO
2 comentarios:
Francesc Picas habla de flores y yo veo péndulos. A veces o muchas veces somos como el péndulo y nos dejamos llevar por él, cuando se mueve estrepitosamente, nos movemos así, cuando se mueve lentamente, nos movemos también así, pero siempre es un péndulo que va de parte a parte y somos a veces esas dos partes, como dos estadios, como dos distintos...
Entonces recuerdo el equilibrio, entiendo que el sendero de la vida nos enseña que el filo de la navaja es sutil, pero imperecedero como nuestra alma.
Un abrazo
Concuerdo contigo Emig... nuestra vida se da según la construimos, para ello consideramos cada momento y situacion con todas sus implicaciones, algunas veces somos un ritmo distinto del que seremos mañana o del que fuimos ayer... lo importante es no perderlo y seguir siendo nota en el pentagrama de la propia vida. Gracias por tu comentario.
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