
... dame cinco instantes en los que al intentar rodear tu espíritu puedas absborberme.
El primero para mirarte y comunicarte la necesidad de ternurarte, de día a día ser gota haciendo camino... trayectorias sinuosas a través de tu espíritu...; el segundo para contarte al oído del paisaje interno que talvez no alcanzas a percibir en el veloz movimiento de los días o a causa de los entretantos que dividen el encuentro; en el tercero intentaré escuchar una a uno los latidos que te animan y sentirlos profundamente hasta hacerlos míos...concientemente míos; en el número cuatro respiraré el aroma que dejas al sonreir y me llenaré de él, seguramente llenará no solo mis pulmones sino mi alma entera; en el quinto, tocaré suavemente tu ser cuando las lágrimas cubran el cielo de tu andar, cuando tu ser esté deseando un abrazo al corazón y un beso al alma...
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