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Hoy enciendo una luz para tí y guardo silencio. Hace nueve años que no veo tu sonrisa y en realidad, la última que en vida me diste, es aún en mi vida.
Aún no lo logro entender, pero ¿a quien reclamar la injusticia?... lo cierto es que eres presente en la memoria y tu recuerdo es uno de los más queridos.
2 comentarios:
hola.,.pase por tu blog.. lo descubri gracias a ultramares y me gusto mucho lo que lei...
todo pasa...
aunque hay recuerdos que a veces no nod dejan vivir debemos aprendera vivir con las cicatrices..del dolor.. de eso se trata el crecimiento..
Estoy de acuerdo con lo que dices Edith. Qué bueno que te haya gustado lo leído, eso me alegra. Gracias.
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